lunes, 5 de enero de 2015

LAS ASOCIACIONES PUBLICO PRIVADAS (APP) Y LA PRIMACÍA DEL MERCADO EN EL NUEVO MODELO DE ORGANIZACIÓN POLÍTICA ESTATAL EN EL PERÚ.



JUAN  P. CONTRERAS TAYPE.
CIPAL

UN NUEVO MODELO DE ORGANIZACION POLITICA ESTATAL EN EL PERU.
A partir  de la Constitución Política de 1993 (CP-1993) un nuevo modelo de organización político - estatal de corte neoliberal ha  sido diseñado por las élites gobernantes  y los estrategas del poder fáctico vinculados a poderosos grupos empresariales. Este nuevo modelo viene desarrollándose  a  partir de un objetivo político transcendental: consagrar  la primacía  del  mercado sobre  el Estado y afirmar la actuación  de un  Estado autoritario, violador de su propio ordenamiento jurídico, especialmente, de los  derechos  económicos, sociales y  culturales del pueblo peruano. 

La columna vertebral de esta nueva organización estatal se asienta en el Régimen Económico (Capítulo III,  art. 58 y ss. CP-1993) diseñado tras  el  golpe del 05 de abril de 1992. Bajo la denominación de “economía social de mercado” (art. 58) viene dándose luz verde a un incontrolable copamiento de las empresas y grupos económicos más grandes del país que  -libre de controles estatales- vienen logrando el traspaso masivo de propiedades y funciones del Estado al sector privado. Es la economía de libre mercado en todo su  esplendor, es la primacía del mercado,  donde “lo social” apenas existe en seguridad, educación, salud pésimamente administrados por  el  Estado.

Bajo  este  escenario, “el Estado facilita y vigila la libre competencia” (art. 61 CP-1993) permitiendo que los agentes del mercado (inversionistas mineros, banqueros, aseguradoras, etc.) desenvuelvan su  dinámica totalizante logrando subordinar importantes sectores económicos y productivos a la lógica de acumulación del gran capital. En ese contexto, la idea de un Estado democrático y nacional (art. 43 CP-1993) sólo existe en el papel, subordinado a poderosos grupos económicos que reinan sin control, ni fiscalización efectiva alguna.

El grave deterioro ambiental en la regiones andina y amazónica derivados  de la minería legal, ilegal e informal (1); la masiva concentración de  tierras en la costa peruana (2) por citar algunos casos, evidencian  que el mercado define las reglas de juego a través  de los poderes públicos como  el Congreso de la República, debilitando su capacidad de control sobre estos poderosos grupos empresariales. El resultado es contundente. En las relaciones de poder el mercado ha pulverizado competencias y  funciones que soberanamente correspondían al Estado, su poder es avasallador e ilimitado. Los grupos empresariales, como diría Navarro Vincenc, han introducido una nueva ortodoxia en el pensamiento económico occidental, aquella por la cual el Estado y  sus intervenciones constituyen un serio obstáculo para el desarrollo económico y social de las poblaciones. (3)

Para  hacer  fortuna, desaparezcamos el Estado es la lógica del neoliberalismo.  Aquí algunos datos a tener en cuenta. Merced a  la Ley Obra por Impuesto N° 29230 dictada  por  García empresas mineras  como  Cerro Verde, Barrick, Southern, Shougan, Yanacocha, Antamina y Tintaya contribuyeron con US $ 1,370 millones entre  el 2006 y 2009 (4).

Sin embargo, la  tasa de utilidades  entre el 2005 al 2010 de Cerro de Pasco, Barrick, Southern, Yanacocha y Antamina) pasaron de US $ 2,731 millones el 2005 a US $ 4,335 millones al 2006, US$ 574 millones el 2007, US$ 4,132 millones el 2008, US$ 3,777 millones el 2009 y US$ 4,508 Millones el 2010, un total de US $ 24,057 millones en seis años. (5). ¿Duda alguien de las  grandes bondades de este nuevo orden neoliberal  en  el Perú?

En ese  contexto el  Estado  ha dejado  de ser el ente organizador de la  sociedad política organizada, así como el garante de los derechos económicos, sociales y culturales de la sociedad; ha sido despojado de su contenido democrático y nacional, convirtiéndose en un Estado permisivo, absolutamente disminuido que solo por ley autoritativa expresa puede realizar actividades empresariales (art. 61 CP-1993) donde el sector privado no pueda o no quiera invertir.

Acompaña  a  este proceso la relativización de la soberanía jurídica del Estado peruano en  el tema del control de las inversiones, especialmente mineras (art. 63-CP-1993). Resulta que si -se presentase controversias entre el Estado y los poderosos grupos empresariales sobre temas de inversión- estos podrán acudir al arbitraje nacional o internacional, hecho que comúnmente ocurre. (6)

Mientras los  grupos  de poder económicos alentados por el modelo  constitucional pro mercado privatizan todo lo privatizable, propiedades y  funciones que antes correspondían al Estado, se han asegurado de encargar a la fuerza pública el control del orden y la seguridad interna, reconfigurando su rol de eficiente guardián de los poderosos  intereses de  los grupos económicos empresariales. Ni el Arequipazo del 2002, el Baguazo del 2009 y el Congazo del 2011 han logrado conmover la capacidad represiva estatal, mientras se aplican las leyes contra la protesta popular como el Dec. Leg. 982 (inimputabilidad de miembros de PNP y de FFAA. En casos que  causen lesiones o muerte en  el  cumplimiento del  deber y con uso reglamentario de  sus  armas), el Dec. Leg. 989 (extensión a 07 días la  detención preliminar a ciudadanos involucrados en formas de protesta social), entre otros aspectos jurídicos procesales.

En resumen, estamos ante  un nuevo modelo de organización política estatal que consolida el vasto poder del mercado, sus principios y valores ideológicos, sus influencias sobre los poderes públicos habiendo logrado con creces la culminación de su plan político estratégico, esto es, someter al Estado peruano y con ello despojar al país de su legitimo derecho a una vía de desarrollo democrático y nacional, autónomo respecto de los grupos de poder empresarial que controlan la economía peruana.   

LAS APP: LA OTRA  OLEADA PRIVATIZADORA EDUCATIVA EN EL PERU.
El proceso de privatización de la educación en el Perú ha ingresado a una nueva fase de su  desarrollo a  través  de las Asociaciones Público Privadas (APP), su objetivo controlar la infraestructura (colegios, estadios, laboratorios, bibliotecas, etc.) perteneciente al sector educación, y devaluar el valor patrimonial de estos  activos.

Esta dinámica es la consecuencia lógica del proceso de reorganización política estatal  Su base constitucional el Régimen Económico (Capítulo III) de  la CP-1993 y su primer eslabón jurídico el Dec. Leg.1012 publicado el 13.05.2008 en el diario oficial El Peruano. Su última norma modificatoria  es la Ley N° 30167 publicado el 02.03.2014, respectivamente.

¿Qué son y que postulan las APP? Las APP son modalidades de participación del sector privado para crear, desarrollar, mejorar, operar o mantener infraestructura pública, proveer servicios públicos y/o prestar los  servicios vinculados a estos que requiera brindar el Estado, participando el Estado y uno  o más inversionistas privados.

Esta modalidad fue inicialmente diseñada a  inicios  de los  90 para agilizar la inversión privada en infraestructura pública (carreteras, puentes, caminos, irrigaciones, etc.), a partir del 2014 se pretende extender su ámbito de aplicación a los  servicios públicos como educación y salud,  de modo  que estamos ante un modelo experimental que habrá de desarrollarse en los próximos años. En el  terreno  de la Educación Básica Regular el MINEDU postula que un operador privado se encargue de la construcción, mantenimiento, mobiliario y equipamiento en un grupo  de  escuelas a nivel nacional, como ya ocurre en Colombia y Chile. Esta modalidad pretende también extenderse a la Educación Superior Técnica con la  variante en este  caso que el operador privado se encargue también de la  enseñanza (gestión pedagógica). Por lo pronto ya se han localizado a un paquete de 275 colegios públicos para ser objeto de  mantenimiento en infraestructura dentro  de  un paquete  mayor  de 4,000 proyectos de inversión en gran parte del país.

Pero, ¿qué  impulsa  a  los poderosos grupos empresariales  -afín  a grandes inversiones en minería, hidrocarburos, propiedad agraria, etc.- a invertir en un sector como la educación pública,  largamente postergado por  el propio Estado y las élites gobernantes?

A modo de hipótesis, la respuesta parecer el interés de poderosas empresas de consolidar el “secuestro del Estado” y hacer fortuna a raudales, conocedores de las fragilidad estatal para controlar la corrupción (7) por la sensualidad servil de las élites gobernantes respecto del poder fáctico,  sobre  todo del poder corruptor.

Según  el MINEDU el déficit en infraestructura escolar en  el país equivale aproximadamente a los S/. 60.000 millones. Si la inversión en  este  rubro  fuera del ritmo de S/. 3,100 millones como en el  2013, esta brecha recién se cerraría en 20 años. Por lo pronto se han publicado 275 colegios públicos a ser remodelados con recursos provenientes del sector privado, vía las APP.

Sugiere Francisco Durand que el aporte envolvente del sector privado apuntaría a resolver este déficit financiero para  el cual se han diseñado tres estrategias: a)Los Programas de Responsabilidad Social; b)Las Contribuciones voluntarias extraordinarias para evitar impuestos especiales, como el dirigido a las sobreganancias mineras y c)Las obras obligatorias hechas con recursos correspondientes al Impuesto  a la Renta que dejan de ir al Estado, mediante las APP. 

De hecho, todas las alternativas resultan beneficiosas para  los  grupos empresariales. Todo un gran negocio para el sector privado. Se trata de  pagar menos tributos, sobrevaluar los montos  de inversión  y despojar los  activos del Estado  en este sector a través de concesiones por varias décadas. El problema es que un Estado derretido por la  corrupción, con una institucionalidad de escándalo sin mecanismos de control efectivos,  cuyos agentes principales (congresistas, pdtes. regionales, fiscales, jueces, contralores, etc.) quiebran a diario frente al poder envolvente de empresas corruptas abriría, sin duda, una extensa franja de corrupción que, al final de cuentas, solo favorecerìa a las empresas interesadas en lucrar o reducir al máximo sus obligaciones tributarias con el Estado, con la consiguiente privatización de la infraestructura educativa.

Como venimos sosteniendo, el dilema entre Estado y Mercado parece  haberse resuelto a  favor del segundo (8). El mercado ahora define las reglas de juego, impone políticas públicas en el amplio abanico de la función estatal, desconoce mediante el poder fàctico empresarial los derechos económicos, sociales y  culturales, el derecho humano a la  educación, por ejm. El problema no es cuan larga es la cadena neoliberal, sino quien se atreve a colocar el cascabel al  gato.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS:
(1) El Informe Diagnóstico Ambiental del Perú del 2008 del Ministerio del  Ambiente reveló la destrucción de casi 10 millones de hectáreas de bosques, el deterioro de la calidad del agua, etc. entre otros pasivos ambientales.

(2)La nueva Ley de Tierras N° 26505 dictada en 1995 ha extendido el gran latifundio configurando nuevos grupos empresariales como Gloria, Oviedo, Wong, etc.)

(3)Navarro Vincenc: Neoliberalismo y Estado de Bienestar, 1ra. Edición, Barcelona, Ariel Sociedad Económica, 1997, p.61.

(4) Campodònico, Humberto: La República, 07 de marzo del 2014, p.12. 

(5) Durand, Francisco: El nuevo ogro filantrópico en Quehacer Nª 195, Noviembre 2014, Lima, p.89.                                   

(6)En el Caso Aguaytia Energy, el Estado peruano tuvo que pagar ante un árbitro internacional la suma de US $ 18,440.746 en compensación por daños al inversionista derivados de una cobranza tributaria.

(7)El Contralor  de la República Fuad Khoury informò en setiembre del 2014 que el 78% de las entidades públicas no  ejerce labores de fiscalizaciòn debido  a la  ausencia de oficinas de control interno (OCI).

(8)Contreras, Taype, Juan: El Derecho Humano a  la Educación: De la idea republicana  a la privatización neoliberal, Lima, 2014.
  

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